La Educación en Castilla y León
Puntos débiles, puntos fuertes y mis cosillas
Si por algo se caracteriza
Castilla y León es por la inmensa cantidad de zonas rurales que la constituyen.
Yo, que he vivido en una de ellas, conozco de primera mano varios de estos
puntos débiles plasmados en este artículo del Norte de Castilla, muchos de los
cuales ni siquiera han sido mencionados en el texto, pero que creo que necesitan y requieren su mención.
Durante gran
parte del texto se habla de los puntos fuertes de la educación en Castilla y
León (aunque no se habla de ellos específicamente, lo que nos hace plantearnos
si verdaderamente nosotros mismos estamos seguros de cuales son) haciendo especial
hincapié en Valladolid, lo que no sorprende, ya que siendo la capital siempre suele
ser el foco de todas las miradas, menciones, halagos y críticas. En el artículo, se tratan así varias cuestiones, entre ellas, planes de mejora,
los cuales se prevé que resulten muy beneficiosos para nuestro sistema
educativo. Sin embargo, tras su lectura, mi cabeza parece haber grabado únicamente una frase: “Es
el reflejo del padrón que castiga especialmente el medio rural y que se traduce
en la supresión de cuatro centros este curso y otros catorce estén en la cuerda
floja, cruzando los dedos para que para llegar a esos cuatro escolares que
garantizan la continuidad de la escuela en el pueblo”...lo que me ha inspirado para escribir estas palabras.
En esta entrada,
mi objetivo es dar voz a lo que verdaderamente considero uno de los
principales puntos débiles del sistema educativo de nuestra comunidad, y no me
refiero especialmente a Valladolid ni a las grandes ciudades, sino a la gran y
permanentemente ignorada y olvidada, España vacía (que para muchos no lo es).
Hablo de todos
aquellos pueblos y zonas rurales que son el verdadero espíritu de Castilla pero
que año tras año son objeto de nuestra principal enemiga: la despoblación y por
consecuente, del cierre de cada vez más y más centros educativos. Yo he tenido
la suerte de crecer y educarme en un pueblo bastante grande al cual acudían
alumnos de todos los pequeños pueblos de alrededor, muchos de ellos, como ya he
afirmado, debido al cierre de sus institutos, en los que como mucho había 5 o 6
alumnos por curso. Es por ello por lo que durante mis 6 años como alumna de secundaria y bachiller, he
sido testigo de estas nuevas incorporaciones y de como cada año las clases eran
cada vez más grandes y numerosas.
Este no es el
único problema que las zonas rurales bien día tras día. Asombra cada vez más la escasez de profesorado de ciertas asignaturas, lo que conlleva a que los alumnos
pasen días y días sin tener un profesor, mientras que, en la búsqueda de este
erudito, muchos docentes tienen que dar asignaturas como francés o educación física
cuando nunca se han leído un libro en otro idioma ni han corrido una media maratón
en su vida. Me he tirado un triple, pero seguro que muchos me entendéis... Por no
hablar de como cada vez se limitan más y más las comunicaciones de los pueblos
con los focos más “importantes” lo que impide que muchos alumnos vayan a la
escuela, hecho que, supuestamente es un derecho de TODOS.
Me podría pasar horas
escribiendo sobre la educación en Castilla y León y seguro que no me cansaría
de criticar muchas cosas. Sin embargo, dejando el fatalismo a un lado, he de
decir que estoy muy orgullosa de haber estudiado en esta comunidad y sobre todo
en un pueblo. Pues a pesar de todo, los castellano-leoneses siempre han sobresalido en cuanto a su éxito académico y la mayoría de los profesores (al menos con los que me he topado) siempre se han
dejado la piel en enseñar sea en el lugar que sea y por pequeño que sea, y eso, es lo que hace que un
profesor sea bueno en lo que hace.
Así que ya sabéis...apoyad siempre la educación y..,
¡Vivan nuestros pueblos!
Vivan!!! Buena entrada reivindicativa!! Totalmente de acuerdo, yo también soy de pueblito de la España "vaciada". Un saludo!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario Mónica, a seguir reivindicando lo que es nuestro!!
Eliminar¿Qué voy a decir? Pues que tienes toda la razón. Que tenemos que empezar a hartarnos de que se olviden de los pueblos y de que la despoblación sea un círculo vicioso: como no hay gente, cierran centros; como cierran centros, la gente se muda; como la gente se muda, hay menos gente cada vez...
ResponderEliminarCreo que es una cuestión muy importante, sobre todo en nuestra comunidad, ¡y me ha gustado mucho tu entrada! Muchas gracias por reivindicarlo, va haciendo falta. ¡Saludos!
Muchas gracias por tu comentario Patri, me alegro mucho de que te haya gustado!!
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