La Educación en España

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Conseguir un gran pacto educativo. Una de las múltiples propuestas que cada 4 años todos y cada uno de los candidatos a la presidencia del país propone en sus programas políticos. Una de las múltiples cuestiones que sigue quedándose estancada en cuanto a su puesta en marcha y una de las múltiples cuestiones que caracteriza al sistema educativo español.

Con esta entrada no quiero que únicamente obtengáis como argumento y opinión que todas las leyes educativas son malas, para nada es mi intención. Es más, soy fiel partidaria de la novedad, la innovación y la instauración de todas estas nuevas medidas y materias que abogan por la diversidad, el conocimiento y el respeto mutuo. Sin embargo, ¿alguna vez os habéis preguntado si el constante cambio de unas leyes a otras es favorecedor para el sistema educativo? Y lo que es más importante, puesto que es lo que verdaderamente nos atañe, ¿lo es para los alumnos?

Esta “inestabilidad” (llamémoslo así) en el sistema educativo de nuestro país, hace que la educación en España tenga que estar variando constantemente en sus modelos, contenidos y formas de enseñanza, lo que muchas veces se ve reflejado en los resultados de los alumnos.

A pesar de todo esto, si bien es conocido por muchos de nosotros, España es un país que debe sentirse más que orgulloso por el gran porcentaje de jóvenes que consiguen, pese a las trabas que se les han impuesto a lo largo de su carrera educativa, completar sus estudios y darse a conocer en otros países, en los que desafortunadamente se les ha reconocido su esfuerzo y sus méritos, puesto que en nuestro país no han logrado tener la acogida, los medios o las mismas oportunidades que se les han presentado fuera.

Todo esto me lleva a preguntarme… ¿Por qué en lugar de centrarnos en aspectos más relevantes como son los recortes en educación, el fracaso escolar y la falta de recursos, seguimos empeñados en modificar, modificar y modificar el sistema sin centrarnos en lo que verdaderamente importa? Si continuamos actuando de esta manera ¿Lograremos algún día llegar hasta un acuerdo educativo común? ¿Seremos capaces de seguir, cumplir y basarnos en una ley educativa que sea más “longeva” que sus precedentes?,

Y vosotros… ¿qué pensáis?

Os dejo esta imagen para ver que os sugiere, yo lo tengo bastante claro...